José Pérez Adán, LA SALUD SOCIAL; DE LA SOCIOECONOMIA AL COMUNITARISMO,Trotta, Madrid, 1999 (ISBN: 84-8164-322-X, pp:144, pvp: 1.600pts)

 

José Pérez Adán es profesor de Sociología en la Universidad de Valencia, Presidente de SASECE (Society for the Advancement of Socioeconomics Capítulo Español) y en 1997 nos obsequió con tres obras de calado: "Sociología; concepto y usos" publicada por Eunsa, y "Socioeconomía" y "Sociedad y Medio Ambiente" ambas en Trotta. Ahora publica La Salud Social con la misma línea argumental de las anteriores: la critica a la economía neoclásica y a la cultura del cuanto-más-mejor, pero con un trasfondo nuevo: los modelos de desarrollo en el tránsito al tercer milenio.

 

El libro glosa la salud social, mental y cultural que denotan aquellos entornos sociales donde el individualismo todavía no se ha encumbrado como panacea. Pérez Adán defiende un modelo de desarrollo socioeconómico alternativo al que propugna la cultura occidental a través de un sistema de producción y consumo que cada vez descubre más disfuncionalidad. El autor defiende la importancia que tiene el uso estadístico del concepto de Salud Social y de manera concreta la utilización generalizada del Índice Relativo de Salud Social, que es la propuesta metodológica alternativa que se presenta al Índice de Desarrollo Humano utilizado por las Naciones Unidas. En el texto se hace, desde la ciencia social, una encendida defensa de la vida humana y se pone en entredicho la visión occidentalista de la idea de progreso.

 

En palabras del autor, "el libro no va dirigido exclusivamente a estudiosos de la sociología, de la socioeconomía o del comunitarismo. El texto pretende llegar a cualquier persona con formación universitaria que sea consciente del grado de insalubridad que está alcanzando nuestro entorno vital y que muestre interés en mejorarlo". Nosotros pensamos que el libro será particularmente útil a estudiantes universitarios, empresarios, interesados en la política, y miembros y cooperantes de ONGs.

 

De su contenido entresacamos tres aportaciones novedosas y lúcidamente expuestas. La primera es la importancia que Pérez Adán da a la comprensión de la diacronía como elemento constitutivo de lo social. En este sentido la denuncia tanto de la degradación medioambiental como de la fragmentación social, que tienen consecuencias en efectos diferidos solo pueden entenderse y, por tanto, solucionarse adecuadamente, con el sine qua non de la comprensión del devenir social: la sociedad pervive más allá de la muerte y fuera de los cementerios.

 

La segunda es la decidida apuesta por la equidad intergenérica concretada en la feminización de una cultura que ya no debe diferenciar entre lo público y lo privado como ámbitos de referencia exclusiva. Para Pérez Adán la activa incorporación del varón y de lo que representa al servicio indiscriminado en y fuera del hogar es condición de supervivencia social en un mundo que queda cada vez más lejos de las promesas con que el estado del bienestar hipnotizó a las y a los jóvenes de los optimistas años 70.

 

Y la tercera, es la idea de dirigirse al mundo de la empresa en un "epílogo para empresarios y mercaderes", que a nuestro juicio es de lo mejorcito del libro, en el que con ánimo vivo y genuina voluntad de reforma y colaboración, un socioeconomista trata de convencer a un empresario de las excelencias personales y sociales que se derivarían de una generosa puesta de la empresa al servicio de toda (en el espacio y en el tiempo) la sociedad.

 

La Salud Social es una obra de impacto; un must que hay que leer, esté una de acuerdo con cómo están las cosas o no. El autor prefirió dar otro libro a la editorial antes que aceptar la reedición de su prontamente agotado "Socioeconomía" con el sano afán de aceptar unos retos intelectuales que nos hacen bien a todos. El esfuerzo se agradece. Estamos ante un libro claro, distinto e innovador, optimista en su mensaje aunque crítico en su análisis, que viene a rellenar parte de la honda y profunda sima que separa al mundo académico y al del burócrata global de ese mundo real que sufre pobreza en unos casos, marginación en otros, y sobre todo la falta de comprensión que se deriva de la autoafirmación de una cultura y de unos estilos de vida que se muestran cada vez menos "saludables".

Carmen Salas